Burnout y teletrabajo: señales a tener en cuenta

Consejos útiles

Tras el confinamiento, el teletrabajo ha pasado de ser una alternativa residual en las empresas españolas a ser considerada como la primera opción. De hecho, en tres meses la cifra de teletrabajadores alcanzó los 10 millones de personas solo en España.

El problema es que no todas las organizaciones estaban preparadas para afrontar el reto y quienes acabaron pagándolo fueron los empleados. Las quejas más comunes recogidas por los diferentes estudios realizados hasta la fecha se centran en la dificultad para desconectar digitalmente, en los problemas con los programas informáticos, en la falta de planificación y en trabajar más horas de la cuenta por la sobrecarga de trabajo.

Al final, para muchos ha sido imposible separar la vida familiar de la profesional y la sensación ha sido la de pasarse todo el día frente a la pantalla del ordenador.

La IV Encuesta Funcas sobre el coronavirus arroja un dato esclarecedor: tan solo tres de cada 10 trabajadores que desempeñaron su labor desde casa durante la pandemia quieren continuar con el teletrabajo.

Otro informe, este de NordVPN y publicado en la revista Forbes, revela que durante el confinamiento hemos trabajado dos horas más que si estuviésemos en la oficina. De hecho, un estudio recogido en GlobalWebIndex indica que esas semanas, el 74% de los trabajadores a distancia revisaban su correo fuera de su horario laboral. El porcentaje bajó al 59% entre quienes tuvieron que acudir a la oficina.

Pero la desconexión no acaba ahí, puesto que los datos de algunos proveedores de VPN como Surfshark, indicaron que había picos de actividad hasta las tres de la madrugada.


Relación entre burnout y teletrabajo

Debido al estrés provocado por teletrabajar sin las medidas adecuadas, un gran número de personas ha sufrido el síndrome de burnout. Esta palabra significa “quemado”, literalmente, y cada vez son más quienes reconocen sus síntomas porque los han padecido:

  • Agotamiento mental, físico y emocional
  • Falta de motivación
  • Fatiga crónica
  • Desgana para realizar las tareas más cotidianas
  • Insomnio
  • Falta de concentración
  • Olvidos continuos
  • Pérdida del apetito (puede ocurrir lo contrario)
  • Enfermedades derivadas del agotamiento
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Pesimismo
  • Ataques de ira repentinos
  • Alteraciones físicas: mareos, palpitaciones, malestar de estómago, migrañas, dificultad para respirar, etc.


Cómo prevenir el burnout

Tradicionalmente, los consejos de los expertos para prevenir el burnout pasan por recomendar tomarse las cosas con calma, descansar cada cierto tiempo y tratar de organizarse mejor para no pasar tanto tiempo trabajando.

¿Cómo se consigue? Estableciendo prioridades, haciendo una cosa cada vez y diseñando la agenda de tal forma que permita dejar unas horas libres cada día para dedicarlas a los imprevistos que puedan ir surgiendo.

¿Imposible llegar a todo? Siempre es mejor pedir ayuda o delegar que acabar enfermando.

El ejercicio físico y la compañía de la familia también ayudan a sobrellevar mejor las jornadas laborales.

En el caso del teletrabajo, corresponde a las empresas hacer todo lo posible para que sus trabajadores no se quemen. No basta con enviar a la plantilla a sus casas con un portátil. Previamente debe haber una planificación, empezando por el establecimiento de un marco regulador, la realización de cursos de formación, facilitar que cada trabajador establezca su horario en función de sus necesidades, respetar los horarios y organizarse para que las órdenes no se dupliquen ni contradigan.

También es importante fomentar un buen clima laboral y la comunicación entre empresa y empleados para que estos no sientan que los han abandonado a su suerte.

Antes de terminar, es importante recordar que la OMS reconocía el año pasado al burnout como enfermedad.


Fuentes (consultado el 17 de septiembre de 2020): RRHH Digital, Clínica Gouet, Vogue, Adecco, Universitat Oberta de Catalunya, Forbes, Bloomberg.

Es importante tener en cuenta que esta información es solo para fines de información general. No constituye un consejo personal o una recomendación para ninguna persona o empresa de ningún producto o servicio.